Como ya hemos mencionado en artículos anteriores, la fibromialgia es una enfermedad padecida principalmente por mujeres, aunque también es posible que la fibromialgia en hombres también se manifieste. Sabemos que es reumatológica, que es una de las causas más comunes del dolor y que además tiene un origen desconocido y es de difícil diagnóstico.
Como a día de hoy no disponemos de pruebas de diagnóstico especializadas para detectar la fibromialgia, solo es posible realizar un diagnóstico clínico basado en los síntomas presentados por el paciente. Todas las pruebas existentes, ya sean pruebas de laboratorio, de imagen o biológicas, se limitan a descartar otras enfermedades con síntomas parecidos.
Historial clínico para diagnosticar la fibromialgia
La mejor manera de acercarnos a buen diagnóstico de la fibromialgia es a través de la elaboración de una historia clínica exhaustiva con una exploración física del paciente. Es conveniente realizar pruebas en sangre, así como radiografías para descartar enfermedades que nos puedan llevar a error: infecciones, problemas tiroideos, lupus, depresión o enfermedades reumatológicas.
Los criterios diagnósticos tradicionales exigían que el paciente presentara dolores generalizados y persistentes en músculos y huesos, y sensibilidad y dolor a la presión en al menos 11 de los 18 puntos gatillo (tender points) del cuerpo comprendidos en la región occipital, cervical baja, región de los músculos trapecio y supraespinoso, codos, glúteos, caderas y rodillas.
Todos estos criterios han sido de gran ayuda en las últimas décadas, pero es necesario revisarlos, puesto que además de los dolores osteomusculares, hay que incluir manifestaciones neurológicas, psicológicas, cognitivas y endocrinas que ayuden a realizar un diagnóstico más afinado.
Actualmente, se siguen criterios más modernos para poder diagnosticar la fibromialgia: solo es necesario que exista dolor en cinco puntos gatillo y descartar otras enfermedades que pudieran estar ocasionándolos. También es importante detectar en el paciente tres de estos síntomas:
- Ansiedad
- Dolor de cabeza
- Síndrome del colon irritable
- Cambios en los síntomas por factores ambientales
- Alteraciones del sueño
- Cambios en los síntomas al realizar actividad física
- Empeoramiento del estrés
- Fatiga
- Hinchazón abdominal
- Parestesias
Por último, las enfermedades que hay que descartar mediante un diagnóstico diferencial son:
- Enfermedades autoinmunes
- Enfermedades endocrinas
- Enfermedades inflamatorias articulares
- Enfermedades que causan dolor general y fatiga
- Enfermedades neurodegenerativas
